- Nunca, nunca fumes canutos solo porque lo hagan tus amigos, nunca aceptes un porro si eres menor de edad, estudia, crece, madura, y luego cuando seas mayor, elige por tu propia voluntad, si eres menor, di NO a las drogas, hay muchas cosas interesantes por hacer antes de engancharse a cualquier vicio, juega y pasalo bien alejado de cualquier cosa que pueda torcer tu destino!!!
Un mensaje dirigido sobre todo a las personas jóvenes que recién se inician en el mundo del cannabis y otras sustancias por extensión. También puede extenderse para algunos adultos que veces de maduros tenemos bien poco. Mensaje al que me sumo pero con ciertas reservas y no sin hacer ciertos matices desde mi punto de vista particular. En primer lugar aparece la palabra maldita y mal utilizada de droga. No hay forma de que incluso los supuestos defensores de su liberación sigan considerando una planta como droga. Esto es caer al final en el mismo discurso que los prohibicionistas. Esta palabra, el contexto y el sentido que han conseguido darle sus perseguidores y detractores con diferentes objetivos. Como primer paso a la despenalización empecemos por no unir nuestra planta con esa palabra nosotros mismos.
Objetivos que se resumen en prohibir y corromper el uso de cualquier planta o sustancia para la introspección y la conexion con estados elevados de la mente. Aunque hagan como que nos quieren contar otra cosa. Todo esto seria largo de explicar y analizar en todos sus puntos e implicaciones.
Por un lado prohibiendo y por otro incitando al consumo de forma velada. No hay mejor forma de incitar que prohibir. Por otra parte existe una supuesta contracultura que hace apología e invita al abuso y al uso inconsciente creyéndose rebelde pero que termina dándole la razón a los mensajes prohibicionistas y justificando la represión.
Que el cannabis y todo lo relacionado con su cultivo termine llevando a un uso descontrolado y sin sentido, muchas veces entre gente joven, en parte esta generado por el mercado. Curiosamente a la misma vez que se mantiene la prohibición, cada vez aparecen más empresas y tiendas dedicadas al cultivo y la parafernalia, más ferias y en general todo un tejido industrial y mercantil tras el cultivo y consumo de la planta. El problema es la lógica del mercado: la del consumo creciente. Al mercado mientras el consumo crezca tiene pocos escrúpulos y poco le importa las consecuencias, ni a cuenta de que se debe su crecimiento. Con esto el cannabis se ha convertido en un nuevo producto de consumo en el limbo de lo legal. Ese mercado ha creado modas, costumbres y actitudes que alimenten su crecimiento con todos sus medios. Mal que nos pese.
No se puede culpar tanto al mercado del cannabis en particular como al MERCADO en general y su lógica en si. No sólo esta sino otras muchas cuestiones hacen que jóvenes inexpertos e influenciables hagan un consumo sin sentido. De la misma forma que algunos adultos igual de inmaduros.
En mi caso ya en los inicios no me deje influenciar y fui a mi ritmo. Aunque mi relación con las sustancias estupefacientes tuvo sus más y sus menos, siempre fue dentro de una cierta búsqueda, con un sentido y un respeto. No siempre repito, pero esa actitud se fue manteniendo y afirmando hasta el momento de plantearme en serio lo que consumir, cuando y donde pero sobre todo porque. Llegando al día de hoy donde mi uso de estas plantas y sustancias (sobre todo plantas) es con actitud reverencial, respetuosa y moderada. Viendo el camino recorrido he podido observar y comprobar que el camino para llegar a este estado no ha sido rápido ni fácil, que está abierto a muchos momentos de confusión, que es fácil perderse, no estar consciente y recaer sin apenas darse cuenta en malos habitos. Como todo. Ya que no es es lo que se consuma sino la forma en que se hace, su fin y su objetivo. El respeto y la sobriedad con la que se hace, la forma, la intención, lo que se busca y lo que se obtiene.
Dejandose llevar por los esquemas creados en nuestras mentes por muchos años de manipulación y desinformación es difícil darse cuenta que te encuentras en una rutina sin sentido que cada vez produce menos satisfacciones, más problemas y más disgustos. Me hago eco de la frase arriba citada en el sentido de que tanto jóvenes como adultos nos observemos en nuestra actitud ante las mal llamadas drogas, y el uso que le estamos dando. Si es en exceso o moderado, las causas o razones por las que lo hacemos, los resultados que obtenemos. Si son beneficiosos o dañinos para nuestra salud y nuestro crecimiento, tanto físico como intelectual, afectivo, etc. En definitiva que nos planteemos el como y el porque. Realmente la cuestión se puede extender a todos los ámbitos de nuestra vida y se resume en una sola cosa: ser uno mismo. No imitar imagenes, no representar personajes (uno muy común el del fumeta), tener objetivo en la vida, voluntad propia, personalidad, luz propia.
Es fácil dejarse llevar por el grupo, las modas, las etiquetas, las tendencias, las poses, la idolatría y la imitación. El problema no es sólo con las drogas, el problema es la falta de personalidad y de criterio propio generalizada. Menos prohibir, menos di NO y más educar mentes sanas, abiertas y despiertas. No es tanto un problema con determinadas sustancias prohibidas, sino los modelos a imitar con los que nos bombardean y la forma en que somos manejados ( nos dejamos manejar más bien) para consumir sin tan siquiera plantearnos ninguna razón para hacerlo cualquier cosa que nos quieran vender. Si al final me han dejado de interesar cada vez un poco menos ciertas sustancias y su consumo, he llegado a la conclusión de que es porque el hueco en mi que llenaba con ello hoy en día ya no necesito llenarlo.
Lo que muchas veces nos lleva a los vicios, abusos y adicciones es el ansia de más que genera la vida moderna, un vacio que nunca se puede llenar por que lo buscamos en lo externo en vez de en nuestro interior. Por eso mi consejo tanto a jóvenes como a mayores es: se tu mismo busca dentro de ti. Sólo en ti encontraras la calma y la paz que llena todos esos espacios vacíos, esos agujeros negros, esos pozos sin fondo. Mientras corres el riesgo de caer en todo tipo de manias, rutinas, adicciones, pero sobre todo de ilusiones, de castillos de naipes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario