Desde hace algunos años voy a vendimiar a un pueblo de la zona del Ribeiro llamado Beade. Una pequeña aldea entre un mar de viñas. Centro neurálgico y lugar donde las gentes de los pueblos de alrededor van a buscar trabajador@s para vendimiar. Fue ahí donde me sucedió el episodio que ahora voy a contar.
El año anterior, como me encontraba realizando un cursillo no fui nada más que unos pocos días a trabajar para unas familias a las que les hago la vendimia desde hace ya años. Con la misma regrese para continuar con el curso que en ese momento me interesaba más que seguir vendimiando. No me quede hasta el final de la vendimia como otros años. Me perdi algún suceso del que no me entere y del que me alegro de no haber estado presente.
Este año regrese de nuevo con tiempo por delante dispuesto a hacer la temporada completa. La sorpresa fue cuando llegamos el primer día yo y un grupo de gente que acordamos ir juntos. Entramos a un bar del pueblo que es donde en épocas de vendimia se reunen l@s vendimiador@s y a donde van los paisanos a buscar trabajador@s. Antiguamente nos permitían hacer un campamento en una zona de la aldea donde hay una iglesia y la mayor concentración de cruceros que he visto.
De entrada la primera noticia que nos dan mientras estábamos tomando algo fue, que debido a los sucesos del año anterior el ayuntamiento había prohibido la acampada en todo el termino municipal. Según contaban porque el año anterior después de que yo me fuera un chaval había muerto de sobredosis en una furgoneta. Punto que luego se demostró que era falso, fue hospitalizado y a los 5 días le dieron el alta medica. Pero no sólo eso, para que se cumpliera la orden de no acampar enviaron a la Guardia Civil de Leiro un pueblo próximo. Varias veces al día se pasaban por las zonas donde era habitual la acampada para evitar que nadie lo hiciera y echar a quien estuviera acampad@.
La cosa no tiene mucho sentido más allá del pagar justos por pecadores, algo muy común en ese pueblo. Necesitan gente para trabajar en sus campos, gente que se tiene que desplazar a veces desde lejos y que tiene que establecerse por la zona. Ya no ofrecen un lugar en condiciones, ni una simple ducha, como si no nos laváramos . Luego aun te criticaran diciendo que vas sucio y que no te lavas. En el lugar en las fechas de la vendimia el tiempo por las noches refresca bastante y si es bastante fastidiado tener que dormir en una tienda de campaña hasta te impiden esa posibilidad. Cosa de locos pero nada de extrañar en esta Galicia feudal.
Pero no acabaron ahí nuestras desgracias. Al segundo día nos levantamos temprano como es común, para estar a primera hora en el bar desayunando a la espera de que alguien viniera a darnos trabajo. Aun era pronto ya que eso depende de cuando abran las bodegas y las cooperativas. Con todo esto pasaron las horas y no apareció nadie ofreciéndonos trabajo. Sobre las 10 de la mañana nos tomamos el segundo café y nos sentamos en las mesas que tiene el bar afuera. Allí estábamos con unos simples cafés, no montando ninguna clase de lio o problema, sin estar borrach@s, ni colocadas, en un momento dado de sueño, de repente la Benemerita hace acto de presencia.
No nos preocupaba su presencia ya que contábamos con que estaban para controlar que nadie acampara en el municipio, nosotr@s nos habíamos tomado la precaución de hacerlo fuera de los limites para no tener problemas. De repente paran, el coche se bajan y nos vienen a pedir la documentación, se ve que no encontraron a nadie acampado y como se aburrían pues a por l@s primer@s que encontraron. Es decir nosotr@s. Con un aire muy chulesco, por no variar, empezaron a pedir la documentación a unas personas sentadas pacíficamente en una terraza de un bar, tomando unos cafés con magdalenas. Unos auténticos peligros publicos oiga.
Pero no se conformaron con eso, de repente una compañera que era la que nos había llevado hasta el pueblo en su coche me dice que le iban a registrar el vehículo. Surrealista. En una mochila dentro del coche llevaba una poca de hojarasca repartida en varios paquetes vacíos de tabaco de liar, unas semillas e ingredientes para hacer trufas de güarana, que ayudan mucho a llevar bien el duro trabajo del campo.
No le di importancia en un momento dado ya que pensé que no se atreverian a tanto, pero llegado a un punto me empecé a mosquear y fui a ver lo que hacían los de verde en el coche.
Allí los encontré revolviendo en todo mi equipaje metiendo la pezuña hasta el fondo en todo, cosa que no pueden hacer así de buenas a primeras, pueden pedirme que saque para afuera todo lo que llevo y que yo se lo muestre pero no meter sus manos dentro. Luego siempre tienes la posibilidad de alegar defecto de forma o que lo que supuestamente encontraron, fueron ellos los que te lo metieron. Así que con la misma los deje actuar pero no sin entrarles ya a trapo, increpandolos en vista del espectáculo que estaban montando en la vía pública que parecía aquello que eramos unos terroristas o unos grandes narcotraficantes (curiosamente con estos no se meten) buscados en los 5 continentes con tanto despliegue y tanto exceso de celo.
Entonces empezaron a preguntarme por el contenido de el bote (uno de ellos) donde llevaba las semillas y a eso les respondí: son semillas y son legales así que ya las podéis ir dejando tranquilas. Uno de ellos confirmo que ya había revisado el contenido y ya había visto las semillas y confirmo que eran legales. El otro no las tenia todas consigo. Luego ya se pasaron a los paquetitos con restos de hojas que había llevado para matar el gusanillo, más bien por darle sabor al tabaco de liar. Eran restos acumulados en diferentes paquetes que tenia desperdigados por casa y que no me moleste en juntar en un paquete único. Uno de ellos ya insinuaba que si era para vender lo que me produjo una nada disimulada risa. Entonces ya me puse en plan legislativo, que si la cantidad era ínfima, que no alcanzaban el porcentaje necesario de THC para ser ilegal, etc. Sobre todo para que vieran que algo me conocia la legislación y que no jugaran a quererme asustar con niñerías. Eso siempre les para un poco los pies, normalmente abusan del que desconoce las leyes y sus derechos. Luego ya entramos en un debate sobre eso y sobre si las semillas eran legales pero en el momento que las cultivara dejarían de serlo. A lo que les respondí que en ese momento no me apetecía discutirlo pero que eso era muy relativo. Al final me preguntaron mi nombre y en la lista donde tenían los datos de tod@s pusieron una marca a su lado no se con que intención. Al final nos dejaron marchar y con la misma se fueron ellos. Por fin, que estábamos muy tranquil@s antes de que aparecieran. A todo esto se nos enfrió el café por sus gracias.
Unos días más tarde la compañera del coche se los encontró de nuevo y le dieron un recado para mi en conforme que iban a mandar la hojarasca a analizar. Según ellos porque me habían visto no muy convencido. Valla hombre, lo que hay que escuchar. Y así sucedió, por el momento no me ha llegado ninguna quiniela, pero nunca se sabe a veces te llegan con muchos meses de retraso. Esto lo puse en conocimiento de los compañeros de una asociación previniendo tener que hacer un recurso y prepararme para que no me pille desprevenido. Igual viendo la ínfima cantidad y contando con que los resultados de los análisis no arrojarían nada por lo que poder fastidiarme desistieran...o quizás no.....y algún día reciba una sorpresa desagradable. es que no se puede ni ir a trabajar en este dichoso país que te tienen que estar tocando las narices.
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Hace 1 mes
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