Hace años me contaron un cuento que me gusto mucho sobre los dioses, los humanos y la felicidad. Viendo el otro
dìa el
video de paseo por
Amsterdam alguien comentaba que la paz y la libertad esta en la naturaleza, si observas una rosa eso te da paz y me hizo replantearme el
cuento que era
màs o menos
así....
Un
dìa en el Olimpo se reunieron los dioses
después de la
creaciòn del hombre y
decidieròn hacerle un regalo. Ese regalo iba a ser la felicidad pero pensaron que algo como la felicidad no se lo
podían dar por las buenas y decidieron esconderlo en
algùn sitio para que lo buscara, ese seria el trato.
Yaveh dijo de esconder la felicidad en el fondo del mar, pero no les
pareció un buen sitio porque
algùn dìa el hombre
llegaría a lo
màs profundo de los mares y la
encontraría.
Zeus opinaba que lo
podrían esconder en lo
màs profundo de la tierra pero el hombre
algùn dìa llegaria hasta
alli abajo.
Odin decia de esconderla en las nubes pero
sabian que el hombre
algùn dìa llegaría a volar y
allí lo
encontraría tambièn. Entonces
Wuakantanka que hasta ese momento no
habia intervenido
encontró la
soluciòn esconderla dentro
del propio ser humano porque
allí nunca la
buscaria.
Y final del cuento. La
confusiòn es que en el interior del hombre no existe la paz ni la felicidad
sòlo conflicto. La paz y la felicidad se encuentran mirando una rosa, un bosque un atardecer sobre el mar, en el
paraíso que vivimos y que estamos cubriendo de cemento. Siento paz y felicidad cuando veo crecer mis plantas y paso largos momentos
observandolas crecer y meditando, siento paz cuando consumo hongos
psilocibes,
después de una
sesiòn con
ayahuasca o cuando salgo de un
termascal. Los seres humanos no suelen darme paz ni libertad no siendo algunos casos muy contados, normalmente te dan problemas conflictos y limitan tu libertad, tu mismo lo haces a veces contigo mismo, todos lo hacemos y
ahí nuestras
plantas amigas es donde
màs nos ayudan
liberándonos de nuestros conflictos tanto internos como externos y gracias a
eso podemos ejercer nuestra libertad, encontrarnos a nosotros mismos, encontrar la paz y la felicidad tanto interna como hacia l@s
demás.
Habría que cambiar el final del cuento y que diga que los dioses
crearòn algunas plantas que nos permiten llegar a donde se encuentra la felicidad enterrada en lo
màs profundo de nuestros seres a donde nunca
podríamos llegar si no fuera gracias a ellas y es la
razòn de que existan determinadas plantas capaces de hacernos llegar a ello ver la cara de Dios y
sonreír. La felicidad y la paz esta en la naturaleza que tanto nos empeñamos en destruir.
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