En una ocasión tenia una gran cantidad de semillas de una variedad congoleña. Se la comprábamos a un cultivador de la zona de Ourense, nos movíamos en coche hasta allí para surtirnos de grandes cantidades de hierba, entre 300 y 500 gramos por viaje. El hombre este se ve que se le había quedado preñada alguna planta y para engordar el peso nos metia gramos de cañamones. A la hora de repartirnos el botín nos encontrábamos con puñados de semillas en el fondo de la bolsa, cosa por la que le llamamos la atención y le informamos de que pesábamos la maría y que con tanto cañamón nos estaba dando de menos. Lo más curioso es que esas semillas no podían proceder de la hierba que nos vendía por que estaba completamente libre de ellas. Resulta curioso encontrarse miles de semillas en una bolsa de sin semilla.
A todo esto teníamos cañamones a darle por un tubo a los que por cierto les dimos buen uso. Unos los cultivamos directamente y producían una hierba de esas denominadas "venenosas" y otros los regalamos entre nuestr@s allegad@s. Aún así y todo teníamos de sobra y se me ocurrió algo que hacer con ellos. Desde ese momento y mientras no se terminarón caminaba siempre con una bolsa de semillas en mi bolsillo y al pasar por jardineras, jardines públicos o cerca de rotondas dejaba caer mis "proyectiles" sobre la tierra. Si paseaba por el campo o cerca de fincas abandonadas hacia un tanto de lo mismo. A eso lo bautice con el nombre de "operación sembrar el pánico". Como me gustaba dibujar comics hice unos cuantos sobre el tema en los que las "termitas cojoneras" unos personajes que había creado sobrevolaban la ciudad dejando caer semillas a doquier y la marihuana crecia en los edificios públicos las rotondas, los parques y los jardines, incluso en las autopistas.
Nunca me pare a ver los resultados de siembra, si alguna llego a a crecer completamente, si germinarón o no o cual fue su destino. Deje que el azar hiciera su trabajo. De alguna se que llego a crecer antes de ser detectada por seres bípedos que las cosecho sin estar maduras ni tener el tamaño adecuado pero claro así como las encontró él podía encontarlas el siguiente que pasara por el lugar.
Desde entonces tengo esa sana costumbre cada vez que por la razón que sea hay excedencia de cañamones (normalmente por un macho descontrolado propio o ajeno). Ahora he mejorado mi técnica y busco rincones donde halla riego con aspersores para asegurarme de que no les va a faltar agua y que por lo menos aun que llueva no les va a faltar el liquido elemento y de sed no se van a morir. El problema mayor en ese casos es que esos jardines suelen tener un mantenimiento constante y a poco que crezcan va ser localizadas y destruidas pero en algunos casos han llegado a buen termino y han aparecido en la televisión noticias de planta de mariguana en jardineras o jardines públicos.
Pero mi verdadero retos seria plantar unas en el monte que sean ya parejas macho y hembra para que se polinicen y produzcan semillas que nazcan silvestres la siguiente temporada y una tras otra. El cannabis es una planta muy adaptable y en unas cuantas generaciones puede hacerse silvestre y crecer espontáneamente. En estados unidos en los años 70 en California el gobierno incluso llego a recomendar a los cultivadores que usaran napalm (que brutos seguro que el que les sobro de Vietnam) para erradicarla y ni aun así fueron capaces seguí creciendo de manera espontánea. Me gustaría que creciera en los bosques por todas partes, en todos los parques y las ciudades se que otr@s como yo siembran el pánico en sus ciudades y pueblos también como forma de protesta contra la injusta prohibición de manera pacifica y ecológica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario