
Según el sentido que se le de a las palabras pueden tener significados muy diferentes y resultados igualmente dispares. Con la palabra droga se juega muchisimo y las consecuencias de esto son desastrosas. Dependiendo de la visión de cada uno consideramos ciertas sustancias como drogas o como medicinas. Lo difícil es ponerse de acuerdo en que es una cosa y lo que la otra. Por ejemplo para mi todas las de origen natural vegetal principalmente son plantas y a la vez medicinas. La marihuana, los hongos,el opio, los cactus, la salvia divinorum o la ayahuasca, las considero medicinas, tambien la hoja de coca que no la cocaina. Las considero medicinas y plantas rituales.
Podría considerar drogas los productos sintéticos o semisinteticos que se venden en el mercado negro como la heroína, la cocaina, los extasis,el speed, la ketamina, los tripis o el hachís que hoy en día es más semisintetico que otra cosa. Las considero drogas por la adulteración, por lo dañinas que son y por el oscuro mercado que las rodea. También considero drogas algunas de las legales como los ansioliticos y la benzodiacepinas o lo barbitúricos ya que en algunos casos l@s que las consumen son jonkis con receta medica además de que existe un mercado clandestino entre los toxicomanos de estas sustancias. Droga se puede considerar el alcohol por lo destructivo y degradante que puede llegar a ser a pesar de estar ampliamente aceptado socialmente.
En todos los casos lo que hace la diferencia entre medicina y veneno es el uso o el abuso o la forma de uso más o menos adecuada y los fines para los que sea usada. Es cierto que se hace muy mal uso de las sustancias sobre todo en la gente joven pero no exclusivamente. la mayor parte de las consideradas drogas tienen uso terapéutico sólo que no se estudian al estar consideradas sustancias con riesgo y poco interesantes para fines médicos a causa del mal uso que se les da en la calle.
El problema es tratarlas como drogas, delito o plaga social y mandar esos mensajes alarmistas y hacer esas leyes represivas. eso no ayuda nada a estudiar las muy estudiades propiedades curativas de todas ellas en la dosis y el entorno adecuados. El alejarlas del ambito hospitalario y el reprimirlas jurídicamente no lo soluciona sólo agrava el problema, eso unido a la desinformación a la ocultación o la tergiversación de la realidad es una mala estrategia.
Hay que educar en la verdad, sin hipocresia ni mensajes alarmistas, la realidad ya es suficientemente dura de por si no necesita de maquillages de película de terror. Sobre todo porque no cuela. Si desde el principio enseñamos que esas sustancias no están orientadas a la diversión, que pueden curar si son bien utilizadas, que mal usadas pueden acarrear problemas y disgustos innecesarios pero sin querer adoctrinar ganaremos más. Al estar prohibidas la juventud sobre todo los toma como herramienta antisocial, una forma de revelarse contra sus progenitores y contra el sistema, si las separáramos de algunas leyendas y tabus y empezáramos a considerarlas todo el mundo como lo que son, es decir medicinas, otro gallo nos cantaría. Pero nuestras autoridades tanto juridicas como medicas siguen empeñadas en tratar como venenos los mejores medicamentos que nos brinda la sabia naturaleza. Ellos son los primeros que han de cambiar.
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