Fue increíble entrar y ver dos barras, una donde se vendía alcohol y otra donde se vendía cannabis más pequeña, no es lo normal en general sólo vendían cannabis, cafés,zumos naturales, batidos e infusiones. tenían como un álbum de fotos con las muestras y los precios, cada un@ escogió varias y allí nos sentamos a fumar. Cuando nos quisimos dar cuenta después de un gran ataque de risa nos quedamos planchad@s.
Me resulto muy agradable el poder disponer de cannabis de calidad, dentro de un horario comercial bastante amplio y poder fumar tranquilamente sentado en un establecimiento acogedor sin sobresaltos. Me acostumbre demasiado mal y cuando regrese lo sufrí (el PP acababa de ganar su primera legislatura).
De aquellas ya empezaba a haber recortes sobre la cantidad que podías comprar por persona y día, en aquel momento 30 gramos, más que suficiente, luego lo bajaron a 5 y hoy en día directamente quieren acabar con ellos con cualquier excusa, el partido cristiano lleva tiempo queriendo cerrarlos todos (l@s cristian@s siempre tan mojigat@s).
En aquel ambiente de permisividad mejoraron algunas de mis costumbres. Este es un país de bebedor@s y en general la diversión nocturna va unida al consumo de alcohol muchas veces de forma nada moderada. En Holanda a pesar de la despenalización del cannabis la mayoría son consumidores de alcohol, de cerveza sobre todo y al cannabis no le hacen mucho caso, les parece algo para turistas. También estando aquí eventualmente consumía drogas algo más fuertes.
Viviendo allí al frecuentar locales en los que no se servía alcohol pues perdimos la costumbre. Como tampoco las drogas duras nos caían a mano,no sabíamos ni donde ni como adquirirlas, pero con las cosas que fumábamos tampoco nos hacia mucha falta, ni nos preocupabamos por ellas. Podían rodar por el canal abajo que nos daba igual.
Hace poco tiempo a cuento de que una turista (que ya no debía de estar muy bien de la cabeza) se tiro de un puente fue el momento idóneo para prohibir los hongos psilocibes. Una excepción ( y que además no pudieron precisar de alguna forma que los hongos fueran los verdaderos responsables) que se ha dado en más de 30 años una única ocasión la convirtieron en regla. Ahora habrá un mercado negro muy agradecido a los legisladores estrechos de mente pero seguirán tirándose turistas desde los puentes y posiblemente más a menudo porque a saber que setas les estarán vendiendo ahora sin ninguna clase de control. También han encontrado un nuevo flanco por donde meter la zarpa prohibicionista con la excusa de que algunos se encuentran situados cerca de colegios. Según dicen porque eso les facilitara el contacto con el cannabis a los menores. Podría colar si no fuera porque los menores no pueden entrar a un cofeeshop. Además el cannabis al no estar prohibido no les interesa demasiado a los jóvenes. A partir del momento en que lo prohiban este interés aumentara seguro, siempre ha funcionado así y el que no lo quiera ver es que intenta hacerse el tonto o tiene un amigo camello. Lo malo es que la relación que puedan llegar a tener con el cannabis no sera ya dentro de un sistema seguro y controlado, a saber también que calidad les venderán porque prohibición y adulteración van siempre juntas... con el beneficio, claro. La Santa Trinidad del traficante.
¿Y a quien beneficia esto además de a los camellos? A los menores que supuestamente pretenden proteger no creo. Son una excusa, un escudo humano y una justificación para sus mentalidades de cortas miras.
Al final justo lo contrario de lo que debería de ser. En Holanda está permitido el consumo y venta de pequeñas cantidades dentro de unos locales determinados que reunen ciertas condiciones, pagan impuestos y pasan controles. El problema es que estos locales para surtirse tienen que recurrir al mercado ilegal, ya que la venta de mayores cantidades si está penalizada. Pero mejor que el que se tenga que relacionar con los gansters que venden ilegalmente, que no los menores.
En vez de legalizar la famosa puerta de atrás de una vez, lo que pretenden es cerrarlos todos o por lo menos todos los posibles. De momento les dan tiempo hasta el 2011 pero ya les están poniendo fecha, mal asunto.
A ver como termina todo, en Holanda hasta el momento han ganado las libertades y han resistido ya algún que otro ataque, esperemos que siga siendo así y que de alguna forma sobrevivan y que cunado viajemos a Amsterdam tengamos que ver los coffeeshops en los cuadros de un museo o en postales antiguas como única opción. Quieren convertir el oasis de las libertades en un paraiso para camellos.
Me resulto muy agradable el poder disponer de cannabis de calidad, dentro de un horario comercial bastante amplio y poder fumar tranquilamente sentado en un establecimiento acogedor sin sobresaltos. Me acostumbre demasiado mal y cuando regrese lo sufrí (el PP acababa de ganar su primera legislatura).
De aquellas ya empezaba a haber recortes sobre la cantidad que podías comprar por persona y día, en aquel momento 30 gramos, más que suficiente, luego lo bajaron a 5 y hoy en día directamente quieren acabar con ellos con cualquier excusa, el partido cristiano lleva tiempo queriendo cerrarlos todos (l@s cristian@s siempre tan mojigat@s).
En aquel ambiente de permisividad mejoraron algunas de mis costumbres. Este es un país de bebedor@s y en general la diversión nocturna va unida al consumo de alcohol muchas veces de forma nada moderada. En Holanda a pesar de la despenalización del cannabis la mayoría son consumidores de alcohol, de cerveza sobre todo y al cannabis no le hacen mucho caso, les parece algo para turistas. También estando aquí eventualmente consumía drogas algo más fuertes.
Viviendo allí al frecuentar locales en los que no se servía alcohol pues perdimos la costumbre. Como tampoco las drogas duras nos caían a mano,no sabíamos ni donde ni como adquirirlas, pero con las cosas que fumábamos tampoco nos hacia mucha falta, ni nos preocupabamos por ellas. Podían rodar por el canal abajo que nos daba igual.
Hace poco tiempo a cuento de que una turista (que ya no debía de estar muy bien de la cabeza) se tiro de un puente fue el momento idóneo para prohibir los hongos psilocibes. Una excepción ( y que además no pudieron precisar de alguna forma que los hongos fueran los verdaderos responsables) que se ha dado en más de 30 años una única ocasión la convirtieron en regla. Ahora habrá un mercado negro muy agradecido a los legisladores estrechos de mente pero seguirán tirándose turistas desde los puentes y posiblemente más a menudo porque a saber que setas les estarán vendiendo ahora sin ninguna clase de control. También han encontrado un nuevo flanco por donde meter la zarpa prohibicionista con la excusa de que algunos se encuentran situados cerca de colegios. Según dicen porque eso les facilitara el contacto con el cannabis a los menores. Podría colar si no fuera porque los menores no pueden entrar a un cofeeshop. Además el cannabis al no estar prohibido no les interesa demasiado a los jóvenes. A partir del momento en que lo prohiban este interés aumentara seguro, siempre ha funcionado así y el que no lo quiera ver es que intenta hacerse el tonto o tiene un amigo camello. Lo malo es que la relación que puedan llegar a tener con el cannabis no sera ya dentro de un sistema seguro y controlado, a saber también que calidad les venderán porque prohibición y adulteración van siempre juntas... con el beneficio, claro. La Santa Trinidad del traficante.
¿Y a quien beneficia esto además de a los camellos? A los menores que supuestamente pretenden proteger no creo. Son una excusa, un escudo humano y una justificación para sus mentalidades de cortas miras.
Al final justo lo contrario de lo que debería de ser. En Holanda está permitido el consumo y venta de pequeñas cantidades dentro de unos locales determinados que reunen ciertas condiciones, pagan impuestos y pasan controles. El problema es que estos locales para surtirse tienen que recurrir al mercado ilegal, ya que la venta de mayores cantidades si está penalizada. Pero mejor que el que se tenga que relacionar con los gansters que venden ilegalmente, que no los menores.
En vez de legalizar la famosa puerta de atrás de una vez, lo que pretenden es cerrarlos todos o por lo menos todos los posibles. De momento les dan tiempo hasta el 2011 pero ya les están poniendo fecha, mal asunto.
A ver como termina todo, en Holanda hasta el momento han ganado las libertades y han resistido ya algún que otro ataque, esperemos que siga siendo así y que de alguna forma sobrevivan y que cunado viajemos a Amsterdam tengamos que ver los coffeeshops en los cuadros de un museo o en postales antiguas como única opción. Quieren convertir el oasis de las libertades en un paraiso para camellos.
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