Resulta que unos de estos presuntos defensores de la ley y el orden, en particular seis guardia civiles, robaron 400 kilos de cocaína . No es nada nuevo, el negocio fácil que crece a la sombra de la prohibición es muy jugoso y tiene la capacidad de corromper a much@s, guardia civiles incluidos. No es ningún caso excepcional, más bien uno más en la ya demasiado larga historia de la prohibición.
Vamos a los hechos en concreto.
Una juez de Martorell ha imputado a 6 guardia civiles y un ex policía (ex inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía), todos ellos de Cataluña por el supuesto robo de 400 kilos de cocaína en el puerto de Barcelona en enero de 2005, dos de los cuales ya han ingresado en prisión. Facilitaron el robo de la droga a delincuentes comunes a los que pagaban fuertes cantidades de dinero, formaba parte de un alijo de 1770 kilos ocultos en cajas de langostinos congelados. La Guardia Civil arrestó en enero de 2005 a seis personas en Albatera y Alicante tras realizar una entrega controlada del resto de la droga, que fue sustituida por sal tras la autorización judicial. Esta parte de la "entrega controlada sustituida por sal" no la cabo de entender muy bien. No se a que juegan con el dinero de nuestros impuestos. A los que no estamos de acuerdo con la prohibición nos deberían descontar la parte correspondiente, l@s demás si quieren seguir pagando para financiar estos desmadres allá ell@s.
Colaboraron con una banda de delincuentes informándoles de que había un alijo de 1000 kilos dentro de un contenedor en el puerto y como tenían que actuar para no ser detenidos. Después de vender la droga cobraban enormes cantidades de dinero que luego invertían en operaciones inmobiliarias. Además especuladores, que asco, así va el país. Se cree que el inspector cobraba a la banda para facilitarles información privilegiada sobre informaciones policiales que les pudieran afectar. El caso no es aislado según las investigaciones, los delincuentes pudieron haberse dedicado desde hacía años al robo de contenedores vigilados por la autoridad judicial.
Nunca van a acabar con el consumo, trafico y producción de drogas, no en esta sociedad en la que vivimos con la cultura actual de drogas, ni mientras siga siendo un fruto prohibido. Todo el dinero que nos cuesta mantener a estos gansters podría tener mejor uso en planes de prevención de riesgos y en una verdadera educación e información. Pero prohibir y sobre todo multar a l@s usuari@s les resulta más rentable
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Vamos a los hechos en concreto.
Una juez de Martorell ha imputado a 6 guardia civiles y un ex policía (ex inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía), todos ellos de Cataluña por el supuesto robo de 400 kilos de cocaína en el puerto de Barcelona en enero de 2005, dos de los cuales ya han ingresado en prisión. Facilitaron el robo de la droga a delincuentes comunes a los que pagaban fuertes cantidades de dinero, formaba parte de un alijo de 1770 kilos ocultos en cajas de langostinos congelados. La Guardia Civil arrestó en enero de 2005 a seis personas en Albatera y Alicante tras realizar una entrega controlada del resto de la droga, que fue sustituida por sal tras la autorización judicial. Esta parte de la "entrega controlada sustituida por sal" no la cabo de entender muy bien. No se a que juegan con el dinero de nuestros impuestos. A los que no estamos de acuerdo con la prohibición nos deberían descontar la parte correspondiente, l@s demás si quieren seguir pagando para financiar estos desmadres allá ell@s.
Colaboraron con una banda de delincuentes informándoles de que había un alijo de 1000 kilos dentro de un contenedor en el puerto y como tenían que actuar para no ser detenidos. Después de vender la droga cobraban enormes cantidades de dinero que luego invertían en operaciones inmobiliarias. Además especuladores, que asco, así va el país. Se cree que el inspector cobraba a la banda para facilitarles información privilegiada sobre informaciones policiales que les pudieran afectar. El caso no es aislado según las investigaciones, los delincuentes pudieron haberse dedicado desde hacía años al robo de contenedores vigilados por la autoridad judicial.
Nunca van a acabar con el consumo, trafico y producción de drogas, no en esta sociedad en la que vivimos con la cultura actual de drogas, ni mientras siga siendo un fruto prohibido. Todo el dinero que nos cuesta mantener a estos gansters podría tener mejor uso en planes de prevención de riesgos y en una verdadera educación e información. Pero prohibir y sobre todo multar a l@s usuari@s les resulta más rentable
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